INTRODUCCIÓN GENERAL:
Lucha contra las enfermedades y los insectos depredadores de las Abejas:
(Defensas naturales de las Abejas).
A pesar de la promiscuidad en una población elevada, de la presencia de importantes reservas de miel, polen y de una alta temperatura, elementos favorables todos ellos para las enfermedades y los parasitos el nido de abejas o colmena es un hábitat naturalmente bien protegido contra los ataques de microorganismos, insectos y otros predadores más voluminosos.
Lavie (1960) ha puesto de relieve factores antibióticos no solo en el propóleo, las ceras, las bolas de polen, la miel y la jalea real, en suma, en todas las superficies interiores de la colmena, sino, también en la misma abeja. Así, en la fracción de ácidos grasos de los extractos de abeja este autor ha encontrado un factor antibiótico activo contra 30 cepas de bacterias estudiadas.
Por otra parte, Pain y Maugenet (1961) descubrieron que varios microorganismos favorables se desarrollan juntos para formar una especie de ensilado natural del polen en los alvéolos: Pseudomona consume el oxigeno presente; hay levaduras que producen una fermentación que digiere parcialmente el polen, y más importante aun es Lactobacillus, que produce ácido láctico, un excelente conservante.
La miel es un medio ácido contrario al desarrollo de microorganismos perjudiciales. Ademas, contienen sustancias bactericidas y bacteriostáticas. En fin, su débil contenido en agua (18 a 20%) impide el desarrollo de levaduras y otros microbios, a causa de una presión osmótica elevada. Incluso por encima del 20% de agua el sistema de protección de la miel es asegurado todavía por una enzima, la oxidasa de la glucosa, que ataca a la glucosa para formar ácido glucónico y agua oxigenada, que es un poderoso agente bactericida.
La inyección de veneno por su aguijón es un medio eficaz de protección y de lucha de la abeja contra los insectos y animales superiores.
Todas estas defensas naturales hacen que, en optimas condiciones ecológicas, las colonias de abejas sean muy resistentes a las enfermedades.
Sensibilidad a las enfermedades:
Por el contrario, fuera d su clima de origen, y sobre todo en regiones húmedas y frías, algunas razas de abejas se hacen muy sensibles a varios parasitos susceptibles de aniquilar a toda las colmenas de un colmenar, y hasta a todos los colmenares de un sector o de una región. Algunas enfermedades son temibles porque son muy contagiosas. Con las Loques Americana y europea, la Acariosis interna, la Varroasis y la Nosemiasis constituyen las enfermedades mas graves de las abejas a escala mundial de la apicultura. Están extendida por los principales países apícolas; en numerosos países los poderes públicos han establecidos reglamentos que obligan a los apicultores a declarar las enfermedades legalmente contagiosas como las mencionadas antes, y los inspectores apícolas les ayudan a poner en practica las medidas destinadas a contenerlas.
El diagnostico de las enfermedades de las abejas no siempre es posible a simple vista. En varios casos el diagnostico seguro no puede ser realizado mas que después de un examen microscópico en el laboratorio. En los países en que la apicultura esta organizada existen laboratorios de diagnostico regionales, oficiales oconcertados, a los que el apicultor puede dirigirse.
En general, es difícil luchar a base e productos químicos contra las enfermedades y parasitos de las abejas. Algunos predadores son, ademas, mal conocidos todavía.
Lucha contra las enfermedades y los insectos depredadores de las Abejas:
(Defensas naturales de las Abejas).
A pesar de la promiscuidad en una población elevada, de la presencia de importantes reservas de miel, polen y de una alta temperatura, elementos favorables todos ellos para las enfermedades y los parasitos el nido de abejas o colmena es un hábitat naturalmente bien protegido contra los ataques de microorganismos, insectos y otros predadores más voluminosos.
Lavie (1960) ha puesto de relieve factores antibióticos no solo en el propóleo, las ceras, las bolas de polen, la miel y la jalea real, en suma, en todas las superficies interiores de la colmena, sino, también en la misma abeja. Así, en la fracción de ácidos grasos de los extractos de abeja este autor ha encontrado un factor antibiótico activo contra 30 cepas de bacterias estudiadas.
Por otra parte, Pain y Maugenet (1961) descubrieron que varios microorganismos favorables se desarrollan juntos para formar una especie de ensilado natural del polen en los alvéolos: Pseudomona consume el oxigeno presente; hay levaduras que producen una fermentación que digiere parcialmente el polen, y más importante aun es Lactobacillus, que produce ácido láctico, un excelente conservante.
La miel es un medio ácido contrario al desarrollo de microorganismos perjudiciales. Ademas, contienen sustancias bactericidas y bacteriostáticas. En fin, su débil contenido en agua (18 a 20%) impide el desarrollo de levaduras y otros microbios, a causa de una presión osmótica elevada. Incluso por encima del 20% de agua el sistema de protección de la miel es asegurado todavía por una enzima, la oxidasa de la glucosa, que ataca a la glucosa para formar ácido glucónico y agua oxigenada, que es un poderoso agente bactericida.
La inyección de veneno por su aguijón es un medio eficaz de protección y de lucha de la abeja contra los insectos y animales superiores.
Todas estas defensas naturales hacen que, en optimas condiciones ecológicas, las colonias de abejas sean muy resistentes a las enfermedades.
Sensibilidad a las enfermedades:
Por el contrario, fuera d su clima de origen, y sobre todo en regiones húmedas y frías, algunas razas de abejas se hacen muy sensibles a varios parasitos susceptibles de aniquilar a toda las colmenas de un colmenar, y hasta a todos los colmenares de un sector o de una región. Algunas enfermedades son temibles porque son muy contagiosas. Con las Loques Americana y europea, la Acariosis interna, la Varroasis y la Nosemiasis constituyen las enfermedades mas graves de las abejas a escala mundial de la apicultura. Están extendida por los principales países apícolas; en numerosos países los poderes públicos han establecidos reglamentos que obligan a los apicultores a declarar las enfermedades legalmente contagiosas como las mencionadas antes, y los inspectores apícolas les ayudan a poner en practica las medidas destinadas a contenerlas.
El diagnostico de las enfermedades de las abejas no siempre es posible a simple vista. En varios casos el diagnostico seguro no puede ser realizado mas que después de un examen microscópico en el laboratorio. En los países en que la apicultura esta organizada existen laboratorios de diagnostico regionales, oficiales oconcertados, a los que el apicultor puede dirigirse.
En general, es difícil luchar a base e productos químicos contra las enfermedades y parasitos de las abejas. Algunos predadores son, ademas, mal conocidos todavía.